martes, 24 de abril de 2012

Tras siempre arder nunca consumirme

 “Tras siempre arder, nunca consumirme”
Tras siempre arder, nunca consumirme;
y tras siempre llorar, nunca acabarme,
tras tanto caminar, nunca cansarme;
y tras siempre vivir, jamás morirme;
después de tanto mal, no arrepentirme;
tras tanto engaño, no desengañarme;
después de tantas penas, no alegrarme;
y tras tanto dolor, nunca reírme;
en tantos laberintos, no perderme,
ni haber, tras tanto olvido, recordado,
qué fin alegre puede prometerme?
Antes muerto estaré que escarmentado:
ya no pienso tratar de defenderme,
sino de ser de veras desdichado.
METRICA.

Este poema es un soneto, ya que está compuesto por dos cuartetos y dos tercetos, todos ellos endecasílabos y con rima consonante.
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ARGUMENTO

Sin duda, este es un poema bastante profundo en el que el poeta hace una reflexión de toda su vida, o mejor dicho, reflexiona sobre la vida en general, sobre los sinsabores, golpes y decepciones que ha tenido que soportar, sobre las trampas y las mentiras. El amor le ha dado la espalda, e incluso la muerte se la ha dado. Parece que el poeta ha decidido que la conciencia es una carga demasiado pesada, y quiere liberarse de ella ya que no lo va a conducir a nada positivo.. El poema parece ser las memorias de alguien a quien se le han acabado las aspiraciones, las esperanzas y las ilusiones, de alguien que incluso ha perdido el sentimiento de culpa, ya que este ser fue con la fe.

 ESTRUCTURA.

Este poema se puede dividir en dos partes, claramente diferenciadas,. La primera desde el primer verso al décimo primero, y la segunda desde el décimo segundo al décimo cuarto.
En la primera, el poeta vendría a exponer, sus experiencias, sus vivencias; explica como ha sido su paso por la vida. Y, de alguna manera, acaba esta parte concluyendo que todo esto no lo puede llevar a un final feliz.
La segunda parte es bastante breve, y el poeta emplea esos tres versos anunciando que no “va a dar si brazo a torcer”, es decir que pese a todo lo amargo de su existencia, él no se piensa enmendar, ni arrepentir, ni nada por el estilo; no va a luchar contra su destino, puesto que, como ya se ha dicho, sería inútil. Pretende seguir viviendo y “disfrutar” tranquilamente de la única posibilidad que le ofrece la vida, aunque en este caso no sea feliz.

TEMA

Se inicia el poema con una clara alusión al tema amoroso, y concretamente al fracaso por no haber visto correspondida su pasión, en este caso utiliza un símbolo, que es un tipo especial de metáfora, consistente en representar un término abstracto, la pasión, en este caso por medio de un término concreto “arder”,“tras arder siempre, nunca consumirme”
Vuelve a recurrir al símbolo, en el que el término concreto sería “llorar”, y el abstracto lo antes mencionado, los golpes de la vida, “y tras siempre llorar, nunca acabarme”, esto mismo viene a reiterar en los versos tercero y cuarto:
“…tras tanto caminar, nunca cansarme;
y tras siempre vivir, jamás morirme;…”
siendo en este último mucho más explícito, confesando que está harto de vivir para sufrir, que ni tan siquiera la muerte viene a ayudarlo, a liberarlo de su ” valle de lágrimas”. Como recursos de esta estrofa destaca un paralelismo, consistente en la repetición de estructuras sintácticas, entre los tres últimos versos de la misma:
“…y tras siempre llorar, nunca acabarme,
tras tanto caminar, nunca cansarme;
tras siempre vivir, jamás morirme;…”
El paralelismo, que, indica repetición, nos ayuda a asimilar la idea de monotonía que el poeta quiere transmitirnos. Otro recurso que aparece: la anáfora. Como se indica su definición, es un recurso consistente en la repetición de una palabra al principio de una serie de grupos sintácticos; “tras…/ y tras…/ tras…/ y tras… Encontramos también un contraste o antítesis, “…vivir, …morirme;”
En la segunda estrofa, parece que el poeta toma mayor protagonismo, es decir, hasta ahora había venido hablando de los pleitos que le ha planteado el destino, y a partir de este momento se describe tomando parte de la vida participando del bien y del mal, de alguna manera, se responsabiliza de sus acciones. Inicia la estrofa confesando que, en ocasiones, ha obrado mal, y que no se ” arrepiente” de ello “después de tanto mal, no arrepentirme;”. En el siguiente verso hace una afirmación bastante sorprendente, que, en cierto modo, vendría a contradecirse con el sentido general del poema; “tras tanto engaño, no desengañarme;”, son precisamente estas dos últimas palabras las que llaman la atención, ya que, hasta este momento, habíamos venido afirmando que el poeta estaba desengañado de la vida, y ahora él niega tal cosa; sin embargo, nosotros no nos tomamos esta afirmación al pie de la letra, sino que la consideramos producto precisamente de su decepción y su desgana, de su desánimo y su falta de interés por reaccionar a los monótonos estímulos que le ofrece la vida. Como recurso encontramos un contraste, ya que se contraponen los términos;“…engaño, …desengañarme.” El siguiente verso, reitera las amarguras que han habido presentes en su existencia e insinúa que no piensa rebelarse contra ellas, que no piensa “alegrarse” por nada;“después de tantas penas, no alegrarme;”.. Encontramos además otro contraste, ya que se contraponen las palabras “…penas, …alegrarme;”. Acaba la estrofa con un verso bastante parecido al anterior;” y tras tanto dolor, nunca reírme;”,
En el primer terceto empieza comentando que tantas vueltas que da la vida, ir venciendo las dificultades e “trancas y barrancas”, ir sobreviviendo a duras penas, pero sobrevivir, al fin y al cabo, en vez de perderse de una vez por todas, en lugar de entrar en uno de los corredores y desaparecer; “en tantos laberintos, no perderme;”. En el siguiente verso encontramos un hipérbaton, o alteración del orden sintáctico normal; “ni haber, tras tanto olvido, recordado,”, cuando normalmente sería: “ni haber recordado tras tanto olvido”. También hallamos, de nuevo, un contraste o antítesis, ya que se contraponen los términos; “…olvido,…recordado.” El último verso de este primer terceto es una pregunta que podríamos considerar como retórica, ya que se formula a él mismo, forma parte de la reflexión que el poeta está haciendo a lo largo de todo el poema, y, realmente, no espera una respuesta directa a ella; el poeta se pregunta, aunque más bien afirma, que después de todo lo expuesto anteriormente, como va a ser posible un final feliz, ). Como recursos encontramos una elipsis, ya que este verso carece de sujeto “)qué fin alegre puede prometerme?.
Entramos en el segundo terceto, y con ello en la segunda parte del poema, con una afirmación rotunda “antes muerto estaré que escarmentado”. Esta frase podría tener dos matizaciones, “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”, y aquella sobre la que hemos hecho incapié antes, que el poeta, a pesar de todas las “calamidades” cotidianas que ha tenido que padecer, aún mantiene una postura de fuerza, aunque realmente ésta sea muy relativa. Como recurso encontramos un hipérbaton, ya que el orden normal del verso sería, “antes estaré muerto que escarmentado:”. Los dos últimos versos podrían ser considerados como una rendición total, estarían en el límite entre la cobardía y la valentía, allí donde ambas se confunden. Y, sin embargo, no es la sensación de rendición la que nosotros recibimos, sino que más bien nos da la impresión de ser un pequeño acto de rebeldía, contenido en el pequeño espacio que hay entre la desesperación y el hastío, entre el caos emocional y la dignidad:
“…ya no pienso tratar de defenderme,
sino de ser de veras desdichado…”

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